EN CUERPO Y ALMA
Si me dieras mi amor esa sonrisa, que yo siempre esperando voy de ti, cuando alegre en loco frenesí urgente marcho veloz a toda prisa.
Siempre me das un sin fin de caricias cuando regreso a casa otra vez, y se te olvida con gran rapidez, la ausencia mía, que te hizo trizas.
Porque me amas de tal manera que hasta dudas que yo te quiera en los momentos que estás sin mí.
No pienses eso, porque bien sabes, que en este mundo no hay quien te ame, en cuerpo y alma, como yo a ti.
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