Tu voz es un cantar de ángeles que alegran.
Es como un recorrido de ensueños por mi piel,
cuando suelo escucharla por mi cuerpo la miel,
me baña con palabras, que tan bellas me suenan.

Tu voz es la canción que en mi alma resuena,
es algo inexplicable ¡que dulce sensación!
Al pronunciar mi nombre, me estremece tu voz
con ese metal dulce que hasta el alma me llega.

Háblame siempre así, no eches en el olvido,
que tu voz me ha inspirado mil sonetos sentidos,
y mientras yo la escuche, me animas a escribir.

Porque el suave murmullo de tu voz cristalina
posee la cadencia de un ritmo que me anima,
por toda mi existencia a tu voz bendecir.