Me cansé de regalar
mi alegría a tanta gente,
que de tanto dar y dar,
no volví a ser sonriente.


Cuando a mis dulces ideas
Dios con su poder alumbra,
Es cuando la mente crea
versos, que al lector deslumbra.


Siempre la verdad sea dicha
sin intención de ofender,
y si acaso por desdicha,
así no lo quieren ver,
repite, repite, verdades dichas
que al final van a entender.


Trata siempre en esta vida
ir sembrando en derredor,
esa bendita semilla
que le llamamos amor.


Suelen con gran facultad
los ignorantes del todo,
devaluar sin potestad,
a quién merece decoro.

 

Una cruz  llevada a cuestas
con cariño y devoción,.
pesa menos que esa vuelta,
que damos ante el dolor.


Me gusta siempre pagar
las cosas malas que he hecho,
pero me gusta cobrar,
cuando me asiste el derecho.


Nunca digas a un amigo
las cosas que una mujer
te haya dicho en el oído,
o escrito en cualquier papel.




No desperdicia mi mente
ni un solo verso indeciso,
pues siempre lo hace presente
en el momento preciso.


Yo vigilo oíga usted
a quien a mi me vigile,
y cuido a más no poder
a ese que también me cuide.