¡Tanto que me privo siempre
de lo que en verdad me gusta,
Por no ofender a esa gente
que a mi tanto me disgusta.


Grande es aquel que en la vida
tiene un alma limpia y sana,
no aquel que por sus medidas
en altura, cree que gana.


Hay unos ojos que advierten
todo lo que haces tú,
¡trata de ser muy prudente
son los ojos de Jesús!


¡Dale pá alante Jacinto!
¡Dale pá alante José!
Que no es tan cortito el brinco,
como tú piensas que es!!


La boca del envidioso
siempre suele hablar mentiras,
de aquellos que victoriosos
se destacan en la vida.


 

Pierde uno en el camino
casi siempre lo mejor,
después te obliga el destino
a vivir con lo peor.


Siembra tu campo de vida
que justo has de recoger
lo que en su hora debida
hubiste sembrado en el.


El poder de la justicia
el poder de la verdad
te libra de la injusticia,
que otros te puedan brindar.


Yo jamás a mi enemigo
suelo sentarlo en mi mesa,
Es más, yo no lo convido
ni a tomarse una cerveza.


Todo aquel que hace mal
a la larga se le vira,
y le obligan a tomar
de su propia medicina.