Nada en la vida me hubo gustado
más que los besos que tú me das.
Más que los días que hemos pasado
allí en la arena frente a ese mar.

Más que los sueños que compartimos.
Más que tus ojos verde esmeralda.
Más que la dicha de estar unidos.
Nada más bello cuando respaldas.

Mis dulces sueños, mis aventuras.
Mis cien caprichos tontos a veces.
Que seas el cómplice de mis locuras.
Y que me tomes y que me beses.

Nada en la vida me hubo gustado,
más que la gloria de ser tu amor.
Más que la dicha que seas mi amado,
Más que ser tuya ¡sin condición!