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A Sonetos

             INDECISION

  

Estoy mal, muy mal ya no respondo

a la razón  ni voluntad alguna,

he perdido del todo la cordura

y yo misma no salgo de mi asombro.

 

Como he podido llegar el fondo

de esta loca pasión que me enloquece

pues al mirarte mi cuerpo se estremece

y  hasta puedo volar cuando te nombro.

 

No se de que manera yo consigo

superar  este mal que sin testigos

consume en silencio mi existencia.

 

Y aunque no existe razón ni cordura

para que deje de amarte con ternura
me grita el corazón, mantén prudencia.


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