De ventana a ventana, te miro algunos días,

y tú que ni sospechas que te estoy observando

sigues muy abstraído  en tus cosas pensando,

mientras yo me deleito haciendo poesía.

Y eres tú el personaje de gran melancolía

envuelto en el misterio de no saber quien eres,

y así de esa manera mi alma lo prefiere,

porque no es mi intención conocerte algún día.

Solo me alegra verte de lejos y me inspiras

a escribir  sobre alguien que de lejos me mira,

y yo cambio la vista para disimular.

Que eres el personaje central de mis poemas

y aunque esto me lleve, a vivir un dilema,

de ventana a ventana ¡tú nunca lo sabrás!