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Poesias Variadas

  HIDALGO  MENDIGO

Claro que él era un Hidalgo,
aún con su ropa harapienta,
aún  con sus dos pies descalzos
sin lujos ni vestimentas.

Era un hombre generoso
de una nobleza genuina,
te regalaba reposo
conversando en las esquinas.

De aquella triste ciudad
polvorienta y olvidada.
No pedía caridad
los más pobres se la daban.

El hablaba de la vida,
y de sus seres queridos.
Del terremoto que un día,
los sepultó en el olvido.

Tenía un conocimiento
casi sobrenatural.
Con noble razonamiento
él  te hacía reflexionar.

Ante la vida y la muerte,
aquel Hidalgo decía
que vivieras el presente
igual que el último día.

Porque nadie en esta vida,
debe planear el futuro
sabiendo que muerte impía,
nos reclama con apuro.

Era un Hidalgo aquel hombre,
nacido en la aristocracía.
Era generoso y noble
aún despues de su desgracia.

Aún con su ropa harapienta.
Sin alimento y descalzo
el tenía las erramientas,
para enfrentar su fracaso.

Perdió los hijos, la esposa,
Perdió su casa  y fortuna.
Pero sabes una cosa ?
era un Hidalgo de cuna!!

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