ESCUCHA

ESCARMIENTO

Decía un hombre, decía,
algo que el viento traía,
y yo pude oírlo bién.

Con tanto fervor decía,
que todo hombre debía,
respetar a la mujer.

Con todas mis energías,
tras aquel hombre corría,
su rostro no pude ver.

No se si fuera espejismo,
su mensaje era el mismo,
que me dió abuelo, una vez.

Oyeme bien nieto mío,
de todos los desafios,
el más fiero es la mujer.

Por eso debes tratarla
con amor, y respetarla,
aún sin llegarla a querer.

Y si acaso la quisieras,
y ella, de tus hijos fuera,
la madre, escúchame bien.

No la maltrates ni ofendas,
porque se les caen las vendas
de sus ojos, y puede ver.

Que eres un ser despreciable,
que por ella, fuiste padre,
y así pagas su querer!

Decía un hombre, decía,
mi abuelo lo repetía,
y hoy, lo repito también.

¡Pero que razón tenían!
Por todas mis grocerías,
¡he perdido a mi mujer!!