Volver
Poesias Variadas

      ¡ MI DULCE COMPANERA!

Cuando una madre se marcha de este mundo,
deja una estela de dolor inmenso.
Te dejan sin corazón en un segundo,
¡y que ajeno nos luce el Universo!

Cuando una madre se marcha se obscurece,
esa luz tan preciosa que ella irradia.
Te niegas ha aceptarlo y muchas veces,
a parte del dolor, te estremeces de rabia.

Porque una madre señores, es parte nuestra.
Es quien nos dio la vida, sus raíces.
Por eso está conmigo aunque esté muerta,
porque al ver mi dolor, resucitar la hice.

¡Y está aquí! su espíritu me ayuda,
aunque su parte física se fuera.
La presiento a mi lado santa y pura,
y sigue siendo ¡mi dulce compañera!


Copyright © 2001 Aurora Garcia,  All Rights Reserved