ESCUCHA

¡ SOY MILLONARIA!

¡Soy millonaria! porque a mis pies tengo
un sol que me regala sus fulgores.
Dos bellisimos hijos que mantengo,
a base de trabajos y sudores.

¡Soy millonaria! porque cada día
me levanto dispuesta a mi faena,
con salud, comprensión y esa alegría,
que me hace olvidar si tengo penas.

¡Soy millonaria! porque en la medida,
que suelo poseer para las cosas,
aunque ellas me causen cien heridas,
¡no hay nada más sublime que las rosas!

¡Soy millonaria! porque en los fracasos
me vuelvo más valiente que las fieras.
Y lucho con tesón, pasos tras pasos,
para alcanzar al fin lo que yo quiera.

¡Soy millonaria! no solo por mi casa,
que en su decoración no está mi dicha.
Por esa paz en ella que a todos entrelaza,
por muy fuerte que sean las desdichas.

¡Soy millonaria porque un Rey me asiste,
y a pesar de su rango y su grandeza.
No lleva ostentación cuando se viste,
ni corona lujosa en su cabeza.

¡Soy millonaria! porque el Rey me advierte,
que en mis obras yo tengo mi fortuna,
no en los lujos mundanos que se vierten,
para mostrar lo pobre ¡de esa suma!