No me gusta jamás hacer recuentos,
pero hoy los voy hacer, lo necesito.
Al igual que admitir sin argumentos,
que aún tú vives en mí y eso es bonito.

No se que pensaras si te dijera,
que los momentos mejores de mi vida,
los viví junto a ti, de esa manera,
que aunque no estemos juntos, no se olvidan.

Yo creo en el destino, lo labramos,
con nuestras propias obras, día a día.
Y con nuestra altivez, solo logramos,
que muriera ese amor, por cobardía.

Hoy quise hacer recuentos , que golpean,
mi pobre corazón, que te hubo amado,
y aunque en mis ojos las lagrimas no vean,
lloro mucho por ti ¡yo nunca te he olvidado!

La vida ante el dolor no se detiene.
Y ante las alegrías mucho menos.
Y cual este recuento solo puede,
hacerme recordar y después muere!!!